Los reajustes judiciales por el llamado “Fallo Badaro” permiten la actualización del haber jubilatorio, estimado en un 88% de lo que le correspondería percibir al titular en caso de permanecer trabajando en actividad en la actualidad, siempre dependiendo de su categoría laboral. Se percibe asimismo un retroactivo de dos años anteriores a la fecha de inicio del reclamo ante la ANSES y hasta el efectivo cobro.